Felipe de Loura da Rosa
Analista de Metrologia

Las precauciones y restricciones que un banco de sangre necesita para ser confiable para sus pacientes son muchas. ¿Alguna vez usted se ha preguntado cómo y dónde se almacenan las muestras, las bolsas de sangre de los donantes, el plasma y otros productos sanguíneos?

Estos productos se almacenan en cámaras refrigeradas, cámaras térmicas, congeladores y ultra congeladores, equipos especialmente fabricados para contener productos sensibles a la temperatura. Sin embargo, ¿cómo asegurarse de que el equipo para almacenamiento funciona correctamente y que el producto no se dañará por el cambio de temperatura?

A través de la calificación del rendimiento térmico y la calibración de los medidores de temperatura, es posible estar seguro de la precisión del equipo.

La importancia de hacer calificaciones de rendimiento y calibraciones

Imagine que una cámara refrigerada que contiene bolsas de sangre (deben mantenerse a temperaturas entre 2 ° C y 6 ° C) esté con la medición errada en 4 ° C; o imagine que la cámara no vuelve a su rango original después de la abertura de una puerta; o que alguna parte de esta cámara puede enfriarse más o menos que el rango de temperatura dado. En todos esos casos, el producto sufrirá daños irreversibles, por lo que es de suma importancia realizar las calificaciones y calibraciones de rendimiento térmico en todos los equipos que, de alguna manera, pueda interferir con la calidad del producto final.

Las calibraciones en sensores de temperatura se realizan mediante comparación directa con un estándar de temperatura calibrado, donde todos esos sensores se introducen en un medio térmico (baño termostático o calibrador de bloque seco). La calibración se realiza en los puntos de temperatura deseados. Se genera un certificado de calibración que identifica el fabricante, número de serie (si lo hay), tipo de sensor, entre otros requisitos, así como el error y la incertidumbre que el equipo presentó durante la calibración.

La calificación de rendimiento térmico en equipos que almacenan productos como sangre, plasma, muestras, etc. se realiza de la siguiente manera:

Se instalan 12 sensores de temperatura dentro del equipo, y un sensor debe estar junto con el sensor del equipo y los demás distribuidos para que puedan cubrir toda la carga de trabajo, como podemos ver en la imagen a continuación.

El equipo debe estar calificado para la carga, es decir, debe contener productos que se almacenan diariamente. La calificación de rendimiento térmico se realiza durante un promedio de 24 horas, durante las cuales el equipo debe ser sometido a aperturas de puertas para verificar el rendimiento de retorno a los límites de temperatura.

Al final de la calificación, se realiza un apagado intencionado de la energía durante cinco minutos para determinar si en ese momento la temperatura excederá los límites predefinidos.

Una vez que se completa todo el proceso, se recopilan datos de temperatura para que se pueda generar un certificado con los resultados. Además de los resultados, el certificado debe incluir identificación del equipo, fabricante, número de serie, modelo, dimensiones, gráfico de lecturas de temperatura, fotos del equipo, dibujo de distribución del sensor, finalización, etc.

El Laboratorio de Metrología NOVUS utiliza registradores de datos de alto rendimiento y precisión y sensores Pt100 para medir temperaturas durante el proceso de calibración y calificación, brindando resultados confiables. La realización periódica de las calibraciones de los equipos y las calificaciones de rendimiento térmico son de gran importancia para garantizar el funcionamiento perfecto de los equipos que almacenan productos sensibles. Tener una empresa confiable que siempre use equipos de alta precisión ofrece una confiabilidad aún mayor a los métodos y, por lo tanto, una mayor seguridad para las instituciones de atención médica y los pacientes que usan componentes y productos sanguíneos.